Hay un zen que esta manchado de ti.
Hay un zen que te llama.
Hay en ti nostalgia de ti.
Hay en ti una necesidad de un centro en tu alma.
Hoy el dia es tranquilo y la mente pesada para desarrollar la osadia de ser consciente de quien ama.
Zenlove hbla de los estados conscientes en la pasion.
Mira, nada entiendes, sino entiendes que amar empieza en una ubicación donde todo lo que ves no llega y sin embargo cae en ello como el rocio desciende cuando estas dormido.
Por eso amar es un sueño del que duerme mas alla de ellos.
Es la posibilidad de secar el universo de tanto pensamiento, tiñendolo de la emocion que te lleva a impregnar lineas con tu corazon en el corazon de tu centro.
¿Desde cuando no escribes el nombre de alguien en un papel?
¿Desde cuando no tiemblas por temor?
Amar es una trasgresion.
Es una total transformacion y, en estos tiempos de debilidad, de productos prefabricados, no interesa, algo, que hace todo temblar.
Hay un zen que busca la imperfeccion.
La imperfeccion es un error en tu mente que proviene desde tu corazon.
Porque solo el corazon duda y la duda es evolucion, porque la perfeccion es aburrida y de la imperfeccion surge el espiritu que derrumba por colision absoluta toda la estupidez de planteamientos, estrategias y estructuras.
Porque el amor es libre y le gusta la penumbra.
Hay un momento que debes entender en toda esta actuacion.
El amor es pureza y por tanto imperfeccion.
Pureza que se encierra en cada gesto, y tu actitud, consciente, esa que te lleva a olvidarte de ti, se conoce por devocion.
Zenlove es el amor consciente. El amor en el amor.
El amor del que no espera, la mas pura devocion sin razon ni sentido, ahito.
Zenlove ensucia.
Zenlove ensucia de amor la hermosura.
Da a la hermosura sabor, al cuerpo sudor y a la vida, tu vida, la pasion, ante la cual tu alma esta dormida.
Porque la pasion no duerme y es solo que tu cabeza es muy pesada para sostener todo ese mundo que se desmorona a cada instante.
En este momento universal, la ciudad es eterea y yo vuelvo a caminar por sus calles en los momento que los barrenderos las riegan, persiguiendo la luna opalina con el aroma de un quinceañero que nunca se fue pero con el sentido de aquel que se olvida, olvidandose de si.
Hoy enredare en un verso prosaico la desnudez poetica del que espera un amanecer que te acerque a los estados conscientes del amor, al zen de la pasion. Al amor que pretende, amar sin amar, amar no amando.
...no le busques sentido, no lo tiene.
maestro zen.
miércoles, 23 de enero de 2008
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